sábado, 21 de junio de 2008

Cuánto y cómo abrigar a los niños

Vida familiar:

  • Cuando los niños son pequeños las mamás reciben muchos consejos de cómo abrigarlos. Algunos dicen que es bueno exponerlos al frío para que “creen defensas”, mientras que otros aseguran que hay que abrigarlos para evitar que se resfríen.
  • Los especialistas sostienen que no existe una receta única de cómo se debe arropar a un niño, pero sí aseguran que hay parámetros para determinar cómo, cuánto y cuándo abrigarlos, teniendo en cuenta que es fundamental nunca sobre-abrigarlos.

Los pediatras plantean que el modo de arropar a un niño va a depender de la edad. Los menores de 3 meses se enfrían más rápido, porque el porcentaje de agua corporal es mayor y su sistema de autorregulación aún es inmaduro, por lo tanto, hay que abrigarlos más, pero no tanto tampoco, sólo una o dos prendas más de ropa que las que esté usando el adulto. Asimismo, los menores de un año deben tener, en épocas frías, una prenda más que el adulto.

En cambio, los niños mayores de un año en general usan la misma cantidad de ropa que su papá o su mamá. En épocas de transición estacional, como en otoño por ejemplo, conviene abrigarlos un poco más en las mañanas y en las tardes, porque las temperaturas tienden a bajar en esas horas.

El frío en el invierno
Durante el invierno no es raro que muchos padres expongan a los niños a lugares calefaccionados y luego los saquen al aire libre. Los doctores sostienen que no es conveniente exponer a los niños pequeños a estos cambios bruscos de temperatura, ya que se ha comprobado que favorecen la aparición de resfríos y problemas respiratorios. En lo posible, se debe evitar el cambio de un medio caluroso a uno frío y en el invierno es mejor abrigar al pequeño que prender estufas. Generalmente, lo que ocurre es que se calefacciona un sector más que otro, en una casa por ejemplo, y el niño inevitablemente pasa de una pieza más calurosa a otra más fría, y ahí es donde se genera el ambiente propicio para que se resfríe.

Los pediatras plantean que si los padres consideran necesario utilizar estufa, ojalá no sea en la misma pieza y de preferencia catalítica, ya que no seca el aire, no contamina y además, representa un peligro menor respecto a posibles quemaduras. Lo importante es mantener una temperatura promedio en toda la casa, para evitar que el menor pase de un lugar caluroso a uno frío y, sobre todo en invierno, proteger siempre las orejas y la cabeza del niño, porque en estas partes del cuerpo se pierde más calor.

Los expertos aseguran que es un mito pensar que sacar a los niños al frío es bueno para que creen defensas. El único medio efectivo para proveer anticuerpos al niño es la lactancia materna, que ha demostrado ser muy efectiva especialmente contra las bacterias.

El mito del sobreabrigo
Tenga presente que los niños, por su actividad y metabolismo, pocas veces prefieren tener frío y suelen negarse a usar ropa gruesa porque les estorba para sus actividades y juegos. Aún así, cuando hace frío hay que abrigarlos con suéter, polerón y bufanda si es que salen en las mañanas o en las noches. La bufanda debe cubrir la nariz y la boca, para que respiren a través de ella con la finalidad de “calentar” el aire que inhalan. También son muy recomendables los gorros pasamontañas.

Según los pediatras, en Chile existe un mito de que los niños deben estar siempre muy abrigados, lo que claramente es un error. Agrega que, tanto o más importante que el tema del abrigo, es recomendable que a los menores de un año no se le acerquen otras personas o niños resfriados, y que los adultos usen mascarillas cuando estén agripados.

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