UNA BARRERA MENTAL
- La timidez es la incomodidad e inhibición que se experimenta en presencia de otras personas. En ciertas ocasiones, esta sensación puede ser normal durante nuestra vida, pero cuando esta incomodidad comienza a interferir en la rutina de la vida diaria puede convertirse en una fobia social expresada en un miedo irracional al contacto con los demás.
Es normal sentir un cierto grado de vergüenza frente situaciones puntuales, cuando nos equivocamos, hacemos el ridículo o nos sentimos observados. Síntomas incontrolables como rubor en las mejillas, sudor frío en las manos y la frente, latidos cardíacos acelerados, un nudo en la garganta, las mandíbulas apretadas y manos temblorosas son padecimientos usuales antes de hablar en público, reuniones sociales o cualquier ocasión que signifique contacto con otras personas.
La timidez siempre está relacionada con el contacto social. Por eso, hay muchas y variadas situaciones en las que las personas tímidas pueden sufrir con el contacto humano: encontrarse a solas con alguien en el ascensor, hacer una pregunta en público, iniciar una relación de pareja.
Especialistas indican que experimentar ciertos niveles de timidez pueden incluso resultar atractivos porque despiertan en los demás sentimientos de ternura. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones la timidez se convierte en una tortura, un problema patológico que impide al individuo relacionarse con normalidad.
¿Cuándo se puede considerar la timidez patológica?: signos preocupantes
Expertos indican que la señal de alarma es el sufrimiento: cuando ese temor al contacto con los demás produce angustia, desestabiliza y perjudica a la persona en sus relaciones laborales, de amigos y familiares, hay que intervenir porque el bienestar emocional y la calidad de vida en general se resienten demasiado.
Es importante no confundir ser tímido con ser introvertido. La persona introvertida es reservada y vive, predominantemente, hacia dentro de sí misma. Prefiere expresarse con parquedad. Pero puede, perfectamente, no ser tímida. Algunos introvertidos lo son porque eligen disfrutar de su mundo interior y no salir mucho de sí mismos. Incluso pueden ser excelentes comunicadores. Y también hay tímidos que hacen esfuerzos titánicos por superarse y se han convertido en personas que aparentemente se relacionan muy bien.
El tímido es, normalmente, una persona muy emotiva que tiene miedo de actuar mal y por eso evita el contacto con los demás. No se fía mucho de sí mismo ni de los demás. Algunos tímidos que aceptan su timidez como un componente de su personalidad logran sobreponerse, pero en otros casos su carácter les causa un severo sufrimiento. Muchos de ellos no han podido soportar la angustia del aislamiento progresivo al que ellos mismos se han condenado y al que irremediablemente les empuja una sociedad que no se anda con muchas contemplaciones con los aparentemente más débiles.
¿Cómo reaccionan para sobrevivir? En algunos casos, con conductas compensatorias como la agresividad, despotismo, frivolidad, o intentando llamar la atención de los demás mediante el chiste fácil o el falso liderazgo. Son mecanismos de defensa interesantes de conocer, porque funcionan como una máscara que oculta a los tímidos y los hace difíciles de reconocer.
Lo que hacen algunos tímidos
1.- Negación de la realidad: se protegen a sí mismos de la realidad desagradable y adoptan actitudes escapistas como enfermar.
2.- Fantasía: satisfacción de los deseos frustrados mediante realizaciones imaginarias.
3.- Proyección: culpan de sus dificultades a otras personas.
4.- Represión: evitan que los pensamientos peligrosos o dolorosos entren en la conciencia.
5.- Desplazamiento: descargan los sentimientos acumulados sobre personas que perciben como más débiles que ellos.
6.- Aislamiento emocional: retirada hacia la pasividad, para protegerse del daño.
7.- Regresión: se posicionan en un grado de desarrollo personal más elemental, que comprende respuestas menos maduras.
8.- Simpatía: tratan de ganarse el afecto de los demás para fortificar los sentimientos de la propia valía, a pesar de los fracasos.
¿Cómo superar la timidez?
Psicólogos y especialistas sugieren que la mejor manera de superar la timidez es reforzando la personalidad. Una tarea que requiere mucha dedicación. A continuación una serie de tips que pueden practicarse en cualquier momento y lugar.
1.- Detención del pensamiento. Concentrarse en los pensamientos no deseados que nos asaltan y, después de un corto período de tiempo, detener y vaciar la mente. Se debe estar atento a la aparición de estos pensamientos, identificarlos y pararlos enérgicamente.
2.- Rechazo de las ideas irracionales. Suscitando pensamientos racionales como “no me afecta”, “todo ser humano se equivoca”, “una discusión es cosa de dos”, “nos sentimos en función de cómo pensamos”, o “qué es lo peor que me puede ocurrir”.
3.- Desarrollo de técnicas de afrontamiento del miedo. Utilizando técnicas de relajación que apoyen las decisiones que nos conducen a soportar situaciones difíciles.
4.- Entrenamiento asertivo. Mostramos una conducta asertiva cuando defendemos nuestros propios intereses, y expresamos nuestras opiniones libremente pero sin herir la susceptibilidad de los demás.
5.- Mirar a los ojos del interlocutor, cada vez un poco más fijamente.
6.- Reconoce tu miedo y acéptalo como algo propio y personal. No intentes sacarlo de ti. No lo conseguirás. Lo mejor es asimilar que te ocurre.
7.- Habla sobre tu miedo y compártelo con los demás, es la forma de habituarte a que es una característica tuya y a tratarla con normalidad.
8.- Descodifícalo y defínelo. Identifica cada uno de los sentimientos y llega al fondo de la cuestión, tal vez descubras que el miedo es una coraza que oculta algo más profundo y a lo que tienes que dedicarle tiempo.
9.- Busca toda la información que puedas necesitar. Si tienes miedo a la comunicación con las personas, es absurdo que intentes no saber nada de ello, cada vez estarás peor debido a la falta de información, y tendrás más oportunidades de pensar en lo peor e inventártelo o distorsionarlo. Si estás bien informado esto no te pasará.
10.- Reafírmate y céntrate en tus éxitos. Enumera tus cualidades, quiérete. Habla sobre ti mismo con respeto y cariño. Evita las recriminaciones y los insultos.
11.- Pídele a alguien que te ayude y te dé apoyo, que funcione como observador, más tarde podrá decirte si lo hiciste bien o no.
12.- Concédete un espacio de tiempo para anticipar en positivo, busca opciones distintas y haz un listado de cosas positivas que pueden ocurrir, intenta visualizarte realizándolas con éxito, mira como te desenvuelves de manera adecuada y como consigues tu objetivo.
13.- Intenta expresar las emociones que te provoca el miedo en voz alta y a otras personas. Al hablarlo, se separa de ti y podrás ser más objetivo a la hora de analizarlo.
14.- Intenta hacer una descripción del futuro tal y como a ti te gustaría, viéndote bien y con el problema resuelto. Identifica las sensaciones que te produce y retenlas en tu mente para generar mayor positividad.
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